Elegir un repertorio puede ser una tarea muy difícil, más de lo que los espectadores pueden pensar mientras asisten a un concierto. Hay muchos factores que deben tenerse en cuenta antes de elegir un programa: el tipo de agrupación que va a tocarlo, el género al que está más habituado a tocar, la audiencia para la que estará dirigido cuando se presente y, por supuesto, el propio nivel musical y técnico que tienen los miembros de la agrupación.
Por ello, aquí vamos a dar algunos consejos para que los tengas en consideración si tienes dudas sobre qué repertorio elegir:
1. Identifica un aspecto de técnica a trabajar o una temática que quieras abordar
El primer consejo que te damos es que determines un objetivo. Empezar a buscar de forma aleatoria por internet puede acarrearte más quebraderos de cabeza dada la inmensidad de opciones que existen.
Céntrate en un aspecto técnico o parte de un hilo conductor que quieras seguir a la hora de poner la obra en escena, y empieza a buscar obras para ese fin.
En las agrupaciones corales puede resultar especialmente enriquecedor trabajar aspectos como la dicción y la articulación en conjunto (que difiere a la que se hace al cantar solo), el control de la respiración o la resonancia.
En agrupaciones instrumentales se pueden abordar aspectos como la afinación, la exactitud en la articulación o la relación de dinámicas con el resto de instrumentistas. Son muy interesantes las partituras en las que las melodías se doblan o hacen juegos de pregunta-respuesta, pues permiten trabajar estos aspectos escuchando al resto de músicos.
2. Googlea e inspírate con programas de otras agrupaciones.
Una vez hayas escogido qué aspecto quieres trabajar, es momento de investigar. Google nos ofrecerá un sinfín de resultados si buscamos "programa concierto" y seguido de nuestra agrupación. También te recomendamos que cuando vayas a un concierto no te conformes con leer el programa y decir "sí, está bien". Guárdalo o hazle una fotografía. Seguramente en un futuro te sirva para inspirarte y tomar ideas.
¿Qué podemos aprender de los programas de otras agrupaciones? La respuesta es: mucho. Podemos fijarnos en qué relación guardan entre sí las obras (quizás les une un hilo conductor), cómo las ha enfocado el director a nivel interpretativo (tempos, dinámicas, fraseo) o qué características de la obra serían convenientes para trabajar con nuestra agrupación.
Ojo, en este punto no estamos recomendando copiar programas de concierto: hablamos de ojear programas de otras agrupaciones e investigar sobre su elección. ¿Ha sido un programa premeditado o es simplemente un popurrí de obras inconexas? ¿El concierto se ha hecho interesante o aburrido?
Esto nos puede ayudar mucho a la hora de definir una idea clara de qué buscamos. Además nos permite ampliar notablemente las opciones a la hora de elegir un nuevo repertorio, no solamente porque podremos encontrar obras que no conocemos, sino porque podemos conocer nuevos compositores o tomar ideas sobre la secuencia de las obras.
3. No te limites a un único estilo musical
Las agrupaciones musicales cuentan con una diversidad de músicos, y por lo tanto, una variedad en los gustos. Lo ideal es que tu agrupación sea lo más versátil posible, pues de esta manera responderás a los intereses de todos tus integrantes, pero también de un público más amplio.
Es posible que al elegir repertorio te quedes atascado en un género en el que tú te sientes más cómodo, a todos nos pasa, pero no desaproveches los cambios de temporada, o cuando busques nuevo repertorio, para preguntar al resto de integrantes qué les gustaría tocar y proponles explorar diferentes estilos de música.
4. Haz encargos a nuevos compositores
Repertorio hay infinito, pero muchas veces encontrar el ideal para las características de nuestra agrupación es complicado. Por esto, no debes descartar la idea de hacer tú mismo un encargo a un compositor.
Esta simbiosis te ayudará tanto a ti como al autor: tú tendrás una obra diseñada a tu medida, y el compositor podrá hacerte todo tipo de consultas para perfeccionar sus dotes compositivas, además de que verá su obra estrenada.
5. Pregunta a otros músicos y a los colegas de profesión
Un error muy común en los directores, o en quien suele decidir el repertorio es asumir la responsabilidad total de encontrar las obras ideales. Es cierto que debe haber alguien, en última instancia, que tome una decisión final, prepare los ensayos y seleccione las obra que la agrupación pueda resolver en el tiempo estipulado de ensayos.
Sin embargo, esta sensación de responsabilidad absoluta a veces puede generar frustración cuando no se encuentra la opción ideal en el plazo deseado, o cuando las opciones que se encuentran no son del todo fructíferas en los ensayos.
Por eso, nuestro último consejo es que intercambies impresiones con los colegas de profesión e incluso con los miembros de tu agrupación. Es muy probable que ellos te puedan dar soluciones, piezas alternativas o consejos para la elección del repertorio sea la idónea. ¡No eres el único responsable!
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